Opiniones 

Comentarios de un Ciudadano: Seguridad tema prioritario

Durante las últimas semanas la población nacional coincide en que el tema de seguridad en nuestro país sigue siendo la principal preocupación; sobre todo debido a que en algunos rubros se han disparado los delitos que tanto agravian al pueblo. Y esto se revivió debido a la visita, y opiniones, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que vino a investigar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Como en todo, algunos los han descalificado y otros dicen que tienen la verdad.

Se dice que los rubros de secuestro y extorsión, en algunas regiones, han tenido un porcentaje a la baja, pero en otras ha subido, lo cual habla de que las policías no han podido ser eficientes y eficaces en la protección de los ciudadanos. Pero en el caso de robos domiciliarios, estos se han disparado de manera exponencial, al igual que el asalto a transeúntes y el robo de vehículos, así como los llamados cristalazos.

Todo esto ha llevado a que los ciudadanos, y el sector privado, ahora estén invirtiendo en seguridad privada cantidades estratosféricas, que en algunos casos son una carga para el gasto familiar, aunque se haga en conjunto con los vecinos; en otros casos las empresas deben agregar los costos de la seguridad que contratan a los productos que producen o comercializan, pues se considera, según los estudios de este sector, estos servicios tienen un valor de $240,000 millones de pesos. Esto en un sector que tiene una informalidad muy alta, en la que, probablemente, se encuentran 600,000 guardias no controlados por las autoridades ni registrados ante las mismas.

Se reconoce que en el país hay 367,000 policías, y 450,000 guardias privados debidamente registrados. Debemos de considerar que en 1989 se tenían registradas, ante las autoridades, 210 empresas de seguridad privada, y hasta el año pasado se reportan 3,834.

La encuesta de victimización que realizó el INEGI, arroja resultados preocupantes, pues tres de cada cinco de los entrevistados fue víctima de un delito relacionado con la seguridad, o uno de sus familiares o vecinos. El sentimiento de inseguridad ha aumentado de un año a otro. Hoy la cantidad de calles que son cerradas por los vecinos y solo se permite la circulación de los habitantes, ha crecido de manera importante, inclusive los accesos son enrejados, y en los desarrollos habitacionales cada día crece la proporción en las que son cotos cerrados, los cuales quedan fuera de la jurisdicción de las autoridades locales, en cuanto a la materia de seguridad.

En las ciudades la instalación de cámaras de seguridad ha sido también una área de crecimiento explosivo, incluso las colocadas por particulares rebasan las de las corporaciones de seguridad ¡por mucho! Y en algunos casos se viola la privacidad de familias. Y como se colocan sin control y no se registran ante las autoridades. No es de dudarse que algunas cámaras son colocadas por la delincuencia organizada, para vigilar los movimientos de las autoridades, como ya sucedió en varias ciudades de la frontera norte no hace muchos meses.

Hoy el porcentaje de negocios que tienen que enrejar sus accesos, es muy importante, y dejan de dar servicio a temprana hora motivados por evitar a la delincuencia, que se adueña de las calles en las noches, sin que la autoridad los pueda auxiliar.

A pesar de todo esto, es increíble que este año los estados y municipios no ejercieron el presupuesto del Subsemun, que está dedicado a equipamiento, capacitación, depuración y profesionalización de los cuerpos de seguridad, en los tres niveles de gobierno. Lo cual nos habla de la falta de responsabilidad, e interés, de las autoridades en esta materia, a la que la sociedad exige se le dé la seguridad que la constitución consagra como un derecho; o lo peor, que sea por incapacidad en su responsabilidad.

Y qué decir de la inseguridad en las carreteras, sobre todo en la costa del pacifico, y hacia la frontera norte, donde es verdaderamente peligroso, pues los asaltos están a la orden del día. La delincuencia en Tamaulipas se mueve sin restricciones, y en otros casos lamentablemente hay policías corruptos que atacan a la ciudadanía o están coludidos con la delincuencia. Hace unos días, un empresario argentino denunció que cambió dólares en el aeropuerto de la ciudad de México, y al retirarse fue detenido por policías que le dijeron que el dinero que portaba era producto de la «delincuencia organizada» y lo mantuvieron detenido presionándolo para que declarara que así era. Él exigió que lo presentaran ante el ministerio público, pues podía demostrar la procedencia del dinero, a lo cual se resistían los policías a hacerlo. Y solo así, después de casi dos días de detención, pudo salir adelante.

En un país sin seguridad pública y seguridad jurídica, es muy difícil que los ciudadanos puedan progresar, pues ocupan más tiempo en cuidar a su familia y a sí mismos que en pensar en invertir o crear nuevas fuentes de trabajo. Y todavía hay quién critica la «Guerra de Calderón». Hoy, por consentir a autoridades venales que no cumplen con su deber, hay regiones en manos de los delincuentes o de autoridades corruptas.

Por: Felipe González González